El otro dia, desayunando en una terraza con mi compañero, observe a los vecinos de la mesa de al lado; se trataba de cuatro jóvenes, concentrados cada uno en su teléfono móvil. Durante la media hora que duro nuestro desayuno ninguno de los cuatro levanto la vista del teléfono, no hablaron entre ellos, toda su atención estaba concentrada en sus teléfonos respectivos, no levantaron la cabeza en ningún momento para mirar a los otros, no escucharon a los pájaros, quizas los oyeran pero, dada su concentración, estoy segura de que no los escuchaban, ninguno levanto la cabeza para mirar las nubes o el cielo azul o los arboles que nos rodeaban y lo que es casi peor, no se comunicaron en ningún momento entre ellos, ni siquiera con la mirada.
Parecia una película de ciencia ficción, situada en un futuro donde los humanos dependen de las maquinas. Lo malo es que no se trata de un caso aislado, si no de un comportamiento cada vez mas frecuente. Veo a personas, hombres y mujeres, mirando su teléfono en la cola del súper, esperando el autobús, sentados en el banco de un parque rodeados de una naturaleza que les es totalmente indiferente o incluso andando por la calle, ajenos a lo que pasa a su alrededor, totalmente concentrados, como hipnotizados, arriesgandose a meter un pie en un hoyo o a darse de bruces con una farola.
Me pregunto si este comportamiento ira a mas y terminaran las maquinas controlandonos por completo o si se trata de una moda pasajera. Aunque, por lo visto hasta ahora, me temo lo peor. ¿Que nos esta pasando?.
Publicado por El Pais el 13.09.2014 P.M.N.