EXCALIBUR

Ya lo han conseguido, ya han matado a Excalibur, de nada han servido el llamamiento desesperado del dueño en las redes sociales para salvar la vida de su perro, ni la movilización de los defensores de los derechos de los animales a las puertas de la vivienda, ni las recomendaciones de los expertos internacionales, todos los esfuerzos para salvar su inocente vida han sido en vano. La familia de Teresa Romero tiene un miembro menos. Excalibur ha sido la primera víctima de una cadena interminable de errores de las autoridades sanitarias, ojalá sea la unica. Bastaba con aislar al perro,

durante 21 dias, como recomendaban los expertos que mejor conocen estos temas ya que, según han dicho, era mucho mas positivo para la ciencia y para el mejor conocimiento de la enfermedad mantenerlo con vida, tanto si estaba infectado con el virus, como si no; si estaba infectado se podiahaber estudiado mas a fondo la enfermedad y si no se habia contagiado su muerte habría sido una crueldad innecesaria y no solo para el perro, si no, para Teresa y su marido ya que se ha añadido un sufrimiento adicional a todo lo que están pasando. En Africa, en pleno foco de la epidemia, los perros que andan sueltos por la calle están en contacto continuo con los enfermos e incluso, a veces, han llegado a comerse a víctimas del Ebola y ni Medicos sin Fronteras, ni la OMS ha tomado ninguna medida al respecto ya que no se ha comprobado que los perros trasmitan la enfermedad a las personas. La muerte de Excalibur no solo ha sido una torpeza, tambien ha sido una crueldad innecesaria.

20.10.2014