martes, 11 de noviembre de 2014

AGUIRRE: 1O AÑOS DE "ERRORES" POLITICOS

Las sospechas sobre Granados se publicaron en todos los medios de comunicación: el incendio intencionado del coche de su mujer, matriculado a nombre de la constructora de un amigo; la supuesta venta de un chalet en Marbella a un promotor con grandes negocios en su pueblo; la contratación de guardias civiles que espiaron a los adversarios de Aguirre; la denuncia del exdirectivo de una empresa sobre el pago de 200.000 euros al consejero; el intento de compra de una casa de 1.000 metros cuadrados cuyas obras supervisaba su mujer… y Esperanza Aguirre sin “enterarse” de nada.
Alberto Lopez Viejo, imputado en el caso Gürtel por el cobro de comisiones ilegales, llego al gobierno de Aguirre con un historial sospechoso a sus espaldas, acusado de malversación de caudales públicos, desde su etapa de concejal de Limpieza del Ayuntamiento de Madrid y fue nombrado, por Aguirre, viceconsejero de Presidencia y consejero de Deportes.
A Benjamin Martin Vasco, diputado autonomico, tambien imputado en el caso Gürtel por el cobro de cientos de miles de euros de la red corrupta, la expresidenta de la Comunidad de Madrid lo eligió como portavoz adjunto del PP en la Asamblea de Madrid.
Aguirre fue informada, por el concejal de Majadahonda que destapo el caso Gürtel; entonces miro para otro lado y ahora, en el colmo del cinismo, se atribuye el haber destapado el caso; luego, cuando estallo el escándalo, destituyó al alcalde, Guillermo Ortega, pero le regalo a cambio un puesto mejor remunerado como gerente del Mercado Puerta de Toledo, empresa publica de la Comunidad de Madrid.
Los alcaldes del PP en Pozuelo de Alarcón, Boadilla del Monte, Arganda del Rey, Collado Villalba, Valdemoro, Torrejón de Velasco y Casarrubuelos, todos ellos nombrados con el consentimiento de Aguirre, están imputados por casos de corrupción.
Pero la lista continua: Juan Soler, diputado autonomico y alcalde de Getafe y el parlamentario David Perez, en Alcorcon; ambos colocados por el dedo de Aguirre, “partidaria”, según dice ahora, de que sean los militantes los que elijan a los candidatos.

Ante tal cumulo de “errores” politicos Aguirre no solo tendría que dimitir de sus cargos en el PP, si no, tambien abandonar sus pretensiones a la alcaldía de Madrid y dejar, de verdad, la politica como ya anuncio en su dia, con lagrimas en los ojos, diciendo que tenia la intención de “dedicarle mas tiempo a su familia”; con ello saldría ganado su partido y sobre todo, saldríamos ganando todos los ciudadanos de Madrid.

1 comentario:

  1. No creo que vaya a dejar la política y menos siendo la presidenta de Madrid del partido más mentiroso y embaucador de todos los tiempos, el PP, así que lágrimas de cocodrilo las justas.Un abrazo grandote de cata_suricata ... (^_^) ...

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