lunes, 3 de noviembre de 2014

REGENERACION POLITICA

Ante la gran alarma social que han generado los multiples casos de corrupción que han aflorado ante la opinion publica en estas ultimas semanas, los dos grandes partidos, PSOE y PP, han tenido unas reuniones “discretas” para tratar de consensuar una serie de leyes y reformas contra la corrupción politica y su primer “gran acuerdo” ha consistido en incorporar, al Código Penal, el delito de financiación ilegal de los partidos politicos; ¿como es posible que, en una democracia, no fuera ya delito una acción ilegal como esa? solo con eso se evidencia con que intención se ha venido legislando; por lo visto, solo se han puesto a la tarea de algo tan evidente cuando, según las encuestas y los resultados de las elecciones europeas, han visto que se ponían en serio peligro sus cómodas poltronas.
Por la información que dan de este asunto los medios de comunicación se puede deducir, claramente, que mas que una regeneración de la politica lo que pretende el PP es solo poner una serie de parches y que parezca que esta haciendo algo para resolver el problema porque, por ahora, ha rechazado propuestas tan necesarias, si de verdad se quiere acabar con la corrupción, como el imprescindible cambio de modelo para la elección de cargos institucionales (tenemos el caso reciente del nombramiento, sin consenso, del presidente de la TVE) o a fijar que delitos de corrupción estarían excluidos de un posible indulto cuando, en buena lógica democrática, absolutamente ninguno debería poder ser indultado; como tambien se opone a la creación de una oficina anticorrupcion y se niega a que la Audiencia Nacional, creada para perseguir un terrorismo ahora prácticamente inexistente, se haga cargo de todos los delitos de corrupción y tambien a que el numero de politicos aforados se reduzca dastricamente. Incluso se niegan a que dimitan, obligatoriamente, los cargos públicos que son imputados; o sea, en definitiva, mas de lo mismo. Me pregunto que otras medidas piensa adoptar el PP cuando esta rechazando estas que son mas que evidentes.

Un problema tan destructivo para la democracia, como es el de la corrupción politica, no se puede atajar con tímidas reformas, si no cogiendo al toro por los cuernos con valentía y tomando medidas verdaderamente eficaces como aceptar estas, que ahora rechaza, incluso adoptando otras de mayor calado. En caso contrario muchos corruptos continuaran toreando a la justicia y a los ciudadanos.

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